Curso EL EVANGELIO EN UNA SOCIEDAD LAICA.
Parte 2: SER CRISTIANOS HOY EN LA IGLESIA.
Tema 3º Identidad cristiana en una sociedad plural
Fr. Jesús Espeja OP.
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La pluralidad es notorio fenómeno en nuestra sociedad española. No sólo debido al proceso de globalización que a todos nos pone en relación con todos, cada cual, con su cosmovisión, forma de interpretar y de organizar su vida. También porque las personas son celosas de su libertad y de su autonomía en la gestión de los asuntos seculares. Si aceptamos la libertad religiosa, no podemos negar el derecho de las personas a tener una religión, varias o ninguna. Más aún, dentro de la misma Iglesia, no vale ya el monolitismo cuando bullen distintas tendencias y se oyen voces de distinto signo. En esta situación urge pensar en la identidad cristiana para ser nosotros mismos.
1. La pluralidad es un fenómeno palpable: cosmovisiones, culturas, religiones distintas.
La pluralidad se ve en distintos ámbitos. En la cosmovisión. Distintas visiones del mundo. Se puede ver al mundo en tres planos –cielo, tierra e infiernos–; o se puede ver girando todo alrededor del sol en las culturas. Forma de interpretar y de organizar la vida. La cultura mediterránea es bien distinta de las culturas de oriente. En las religiones. Es verdad que todos los humanos cuando no encontramos solución nuestros problemas acudimos a las puertas de los dioses. Pero hay distintas visiones de la divinidad y distintas religiones con sus credos y reglas de moralidad.
2. En esta pluralidad ¿cómo mantener y vivir la identidad cristiana?
-En qué consiste la identidad cristiana
Según el Concilio, “A esta sociedad de la Iglesia están incorporados plenamente quienes, poseyendo el Espíritu de Cristo, aceptan la totalidad de su organización y todos los medios de salvación establecidos en ella, y en su cuerpo visible están unidos con Cristo, el cual la rige mediante el Sumo Pontífice y los Obispos, por los vínculos de la profesión de fe, de los sacramentos, del gobierno y comunión eclesiástica. No se salva, sin embargo, aunque esté incorporado a la Iglesia, quien, no perseverando en la caridad, permanece en el seno de la Iglesia «en cuerpo», mas no «en corazón»
La última frase sugiere que lo más importante y decisivo es poseer el espíritu de Cristo. Se puede estar jurídicamente en la organización visible de la Iglesia y no ser verdadero cristiano. En cambio, reconoce el Concilio, pueden salvarse - por tanto, poseer el espíritu de Jesucristo- fieles de otras religiones. Y también pueden salvarse quienes “incluso sin conocer a Cristo ni a la Iglesia, buscan con sinceridad a Dios y se esfuerzan bajo el influjo de la gracia en cumplir con las sobras de su voluntad conocida por el dictamen de la conciencia”.
El espíritu de Jesucristo incluye tres rasgos: Dios es amor que se da gratuitamente. Vivir este amor se concreta en construir la fraternidad sin discriminaciones, incluyendo a los excluidos. Toda la organización visible de la Iglesia está al servicio de esta experiencia.
3. En consecuencia:
No vale ya la actitud condenatoria de las otras religiones. Hay que reconocer lo verdadero y bueno que hay en ellas. Ni vale decir que todo lo bueno y verdadero de las otras religiones lo tiene ya la religión cristiana.
Ante la pluralidad ineludible de religiones caben dos posiciones extremas Relativismo absoluto con indiferencia ante todas las religiones. Actitud dogmatista de cerrarnos en formas de siempre y en microgrupos de seguridad.
Actualizar la identidad cristiana, Ya no vale aplicar sin más el axioma “fuera de la Iglesia no hay salvación”. Hay que aceptar la pluralidad de religiones como algo normal. Entrar en diálogo, escuchar y recibir las semillas de verdad que hay en los otros. Uniéndonos en la colaboración para construir un mundo en fraternidad sin discriminaciones.
Porque la identidad cristina significa poseer y re-crear el espíritu de Jesucristo, las formas de la organización visible de la Iglesia pueden y deben la organización pueden y deben cambiar según tiempos y culturas.
Pero desde la identidad cristiana, no todas las religiones son iguales. El criterio de los cristianos para juzgar su verdad es el espíritu que vemos en la conducta de Jesucristo. Pero ese espíritu juzga también a la misma Iglesia donde lo visible debe ser expresión y servir a esa comunión invisible en el espíritu de Jesucristo.
Para el conversatorio en la sesión del próximo martes:
- De lo que se dice en el texto, qué te parece más importante, qué no entiendes o crees que necesita más explicación
- ¿Qué experiencia tienes de encuentro con fieles de otras religiones?
- ¿Es suficiente la tolerancia en el encuentro con fieles de otras religiones?
- ¿Qué criterios tienes para para discernir la verdad de una religión?