Reforma o revolución en la Iglesia Sin duda, el papado de Francisco pasará a la historia por la controversia que suscitó, en ocasiones apasionada, al tocar temas que se consideraban intocables, y por mostrarse, para algunos, de una manera “políticamente incorrecta”. En general, realizó acciones loables para un cristiano coherente, pero impensables para un Papa. Dependiendo del cristal con que se mire, y de la pasión con que se empañe ese cristal, se le ha catalogado como mal pastor, incluso como hereje o apóstata; o bien como el pastor ideal, por su empeño en mostrar coherencia y fidelidad al Evangelio. Para unos fue el pastor que la Iglesia necesitaba en este momento; para otros, el que la condujo hacia la ruina. Como siempre, debemos recordar que los extremos son peligrosos, y los apasionamientos que los alimentan, aún más. Durante la enfermedad del papa Francisco, y más aún tras su muerte, en los titulares de prensa y los comentarios en redes sociales predominaron dos palabras con l...